Los que participamos en el sector tecnológico estamos muy acostumbrados a los cambios frecuentes y profundos. Algunas tendencias van y otras vienen. Algunas tecnologías ganan mercado y otras caen en desuso. Los cambios y mejoras son parte de la vida diaria al usar y desarrollar tecnología.
Parecería que, en esta forma de trabajar llena de cambios, siempre se estaría consciente de sus impactos. Muchas veces no es así. En nuestra época pospandemia hay algunas situaciones que nos están transformando de una forma nunca vista, sin que lo hayamos analizado o planeado. Lo sabemos, fue un cambio rápido y profundo.
Las organizaciones estamos adaptándonos para encontrar equilibrios en los métodos de trabajo. Parece que el home office “total” no es la mejor solución, ni tampoco un sistema tradicional de estancia en oficinas. Una vez que pasó le emergencia inmediata de la pandemia, ahora estamos analizando esquemas híbridos que permitan tener balance entre la vida personal y laboral.
Al ampliar un poco más el panorama, todos los que estamos involucrados en el universo de las Tecnologías de la Información y Comunicación, notamos que debemos provocar una transformación profunda en nuestro propio sector. Y no sólo es el método de trabajo, pues también debemos pensar en calidad y cantidad de talento, en el impulso a la industria local, en ser más productivos y en cómo atraemos inversiones.
Este año nos estamos enfrentando los grandes retos que llevan los cambios profundos. Por eso hablamos de transformar todo el sector. Tenemos que encontrar los mecanismos para elevar el nivel técnico de nuestra industria, debemos impulsar y apoyar el desarrollo de empresas locales, necesitamos llevar tecnología a la micro y pequeña empresa, mejorar nuestros procesos de ciberseguridad, estar a la vanguardia en Inteligencia Artificial y, claro, aprovechar las oportunidades del Nearshore.
Son retos complejos y relativamente difíciles. Como muchas de las tareas que a diario nos enfrentamos en nuestras labores. Y como en otros problemas complejos, todos debemos aportar nuestro conocimiento y recursos con una visión de “ecosistema” y no sólo individual. Es decir, la gran receta para solucionarlo es la misma que hemos aplicado en los últimos 20 años: la colaboración.
Ing. Luis Alberto García
Director General
IJALTI